La interconexión entre las reducciones de tasas de la Reserva Federal de EE.UU. y las recesiones económicas es más complicada que una simple concatenación de causas y efectos. A continuación, se presenta un análisis basado en datos históricos, principios económicos y sus efectos en el mercado y el Bitcoin.
Históricamente, los recortes de tasas a menudo se implementan en respuesta a desaceleraciones económicas o como medida preventiva para evitar una posible recesión. Sin embargo, no todos los ciclos de recorte de tasas se traducen en una recesión inmediata. Los datos de las últimas décadas demuestran que, aunque los recortes de tasas pueden aplicarse durante o antes de una recesión, no necesariamente la provocan.
Investigaciones recientes sugieren que los efectos de la política monetaria pueden tener un retraso significativo. El Deutsche Bank indica que puede tomar entre uno y tres años desde la primera subida de tasas hasta que se produzca una recesión. Sin embargo, esto no es una regla estricta, y algunos ciclos han mostrado transiciones más rápidas o mucho más largas.
La relación entre los recortes de tasas y las recesiones también se puede analizar desde el prisma del mercado de valores. Según datos de Charles Schwab, en 12 de los 14 ciclos de recorte de tasas desde 1929, el S&P 500 mostró rendimientos positivos en el período de 12 meses posteriores al primer recorte de tasas. Esto sugiere que los recortes de tasas pueden estimular la actividad económica o, al menos, mejorar el sentimiento del mercado.
Otro aspecto importante a considerar es la curva de rendimientos invertida. En cada recesión de las últimas décadas, la curva de rendimientos se ha invertido antes de que se produjera la recesión. Esta relación entre la curva de rendimientos y las recesiones es más robusta que la relación entre los recortes de tasas y las recesiones.
En teoría económica, los recortes de tasas se pueden ver como una medida preventiva para evitar una recesión. Al reducir las tasas de interés, se pueden estimular la inversión y el gasto del consumidor, lo que puede ayudar a evitar una recesión. Además, la reducción de tasas puede aumentar la liquidez en el mercado, lo que podría ayudar a prevenir o suavizar una recesión al aumentar la confianza y el gasto.
En conclusión, los datos no respaldan la afirmación directa de que los recortes de tasas causan recesiones. En su lugar, los recortes de tasas a menudo son una respuesta a condiciones económicas que podrían llevar a recesiones o indicar su potencial. La relación entre los recortes de tasas y las recesiones es más correlativa que causal, y la economía sigue siendo un campo en el que las respuestas simples rara vez capturan toda la complejidad.